Horacio Medina: Reestructuración de parte de la deuda busca rescatar a Citgo del desastre
El recién nombrado presidente de la junta directiva ad hoc de Pdvsa, Horacio Medina, asegura que el proceso de renegociación que se lleva a cabo solo involucra deuda de Citgo contraída por el régimen de Maduro
Autor: Ninoska González
El recién designado presidente de la junta directiva ad hoc de Pdvsa, Horacio Medina, asegura que la renegociación de parte de la deuda de Citgo es totalmente transparente y cumple con todos los parámetros legales de un proceso de este tipo que, recuerda, se rige por la leyes de EEUU donde está radicada la empresa.
Aclarando que no puede revelar detalles de la operación que culminará este jueves 11 de febrero, el expresidente de Unapetrol señala que Citgo no ha adquirido ninguna deuda desde que Juan Guaidó, presidente de la AN electa en 2015, asumió la presidencia interina de Venezuela, por lo que rechaza que la renegociación involucre 3.500 millones de dólares.
– ¿Se habla de transacciones poco trasparentes con los activos y papeles de Pdvsa?
– Me gustaría comenzar por poner en antecedentes sobre la estructura operativa y gerencial de la industria. Pdvsa ad hoc ejerce control accionario sobre las entidades en Estados Unidos a través de sus juntas directivas: Pdvsa ad hoc nombra a la Junta Directiva de PDV Holding, que a su vez nombra a la Junta Directiva de Citgo Holding, y esta a su vez designa a la Junta Directiva de Citgo, una compañía constituida en el estado de Delaware y regida por las leyes de EEUU. Estas Juntas Directivas toman sus decisiones apegadas a las ordenanzas del estado de Delaware, lo que previene cualquier riesgo de presunción de alter ego, que significa una desmedida intervención del gobierno en el ámbito de competencia de las empresas del estado.
Por otra parte, hay que aclarar que Citgo fue brutalmente endeudada desde 2002 hasta 2018, en casi 4 mil millones de dólares. Es decir, tiene sobre sus hombros un compromiso de pagar 4 mil millones de dólares que fueron dilapidados por los saqueadores (Chávez-Maduro) y que no fueron invertidos en la empresa. Esto fue señalado por Pdvsa ad hoc en la rendición de cuentas ante la Asamblea de agosto 2020. Estamos haciendo grandes esfuerzos por tratar de rescatar a Citgo del desastre de los regímenes de Chávez y Maduro.
¿Pero ha habido o no alguna negociación?
– El año pasado se vencía una deuda parcial de 611 millones que Citgo logró renegociar con la anticipación debida y le permitió obtener un dinero adicional para generar flujo de caja y poder operar, ya que el mercado no le ofrecía crédito para la compra de crudo para refinar, ni para ningún tipo de necesidades operacionales. Eso fue criticado sin misericordia y sin razón, pero de no haberlo hecho, la empresa se habría paralizado.
Ahora, en 2021 tocó turno a otra deuda parcial de 650 millones de dólares cuyo vencimiento es junio del 2022 y que debía renegociarse antes de junio 2021, porque en caso contrario se convertiría en deuda de corto plazo que habría que pagar a su vencimiento. Justo en este momento, Citgo está en el proceso de renegociar esa deuda de 650 millones de dólares para diferir la fecha de pago hasta julio de 2026, lo cual le permitirá no solo sortear el compromiso de pago, sino que le permite ganar tiempo para honrar sus compromisos, desde una mejor posición financiera, al finalizar este proceso de renegociación. Sin duda que hoy Citgo tiene un mejor posicionamiento que en 2019 y ha generado mayor confianza entre los inversionistas y operadores bursátiles, aun cuando su situación sigue siendo comprometida, también por efectos del terrible año 2020 producto de la pandemia.
– ¿Y esa renegociación es lícita, es transparente?
– Por supuesto. Citgo es una compañía constituida y regida por las leyes de EEUU, y no se somete de manera directa a las regulaciones y controles de organismos públicos de otros países. La que si está sometida al control parlamentario es Pdvsa ad hoc, que sí es una compañía del estado venezolano y sus acciones o actos, incluyendo la disposición de activos, debe estar sometido a los controles establecidas en las leyes venezolanas.
Sin embargo, algunas voces mal intencionadas dicen que se endeudó en 3 mil 500 millones de dólares y sugiriendo “guisos”, enredando de manera deliberada y malsana la oferta que el mercado ofreció. Lo cierto es que Citgo solo está refinanciando la deuda de los bonos 2022 por 650 millones de dólares (una deuda contraída antes de 2019 por el régimen de Nicolás Maduro). Para que todos tengan claro lo ocurrido y callar a estos intrigantes que hablan de “guisos” e insinúan compras de bonos por particulares, es bueno decirles que estos son bonos calificados como 144A, donde solo pueden participar inversionistas institucionales y especializados. No participa el público en general.
Otro punto que podemos señalar, sin dar más detalles de lo permitido hasta que culmine el proceso el 11 de febrero, es que esto es un refinanciamiento de la deuda anterior, los términos y condiciones son los que se dieron en la emisión del bono 2022, bajo el control y autorización de su Junta Directiva. En este tipo de transacción es normal poner bienes en garantía, de hecho, es lo usual en el mercado norteamericano, así como en este tipo de empresas.
Aceptar deuda sin colateral implicaría que estos bonistas serían subordinados a los otros prestamistas. Ello implicaría que su deuda sería subordinada. La eliminación de las garantías requeriría un refinanciamiento de toda la deuda y las condiciones de la industria y la compañía no son idóneas para esta transacción.
– Sobre la demanda de Crystallex por la expropiación de la mina de oro Las Cristinas se dice que esa empresa canadiense está quebrada y que son otros los demandantes
Este es un caso muy sensible sobre el cual estamos trabajando fuertemente con nuestros abogados, porque el tema tiene varias aristas de carácter jurídico.
De modo que no me gustaría hacer afirmaciones que puedan entorpecer el esfuerzo jurídico, sin embargo, sobre tu pregunta se dice eso sobre Crystallex, y algunas fuentes no oficiales hablan de una cesión de sus derechos de litigio a “fondos buitres” en Nueva York, donde es difícil saber quiénes son, en realidad, sus integrantes.