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VenAmérica pide justicia por muerte de balseros de la libertad

Nuevamente la tragedia se hace presente entre Güiria, Estado Sucre, y playa Chaguaramas en Trinidad y Tobago; 100 kilómetros que se han convertido en  corredor mortal de traficantes de migrantes venezolanos, forzados a huir de su país en búsqueda de la libertad y de saciar el hambre. En VenAmérica levantamos nuestra voz indignada para exigir justicia ante la absurda muerte de otros 19 venezolanos contabilizados hasta ahora, cuyos cadáveres aparecieron flotando cerca de la costa de Güiria. El responsable es el régimen criminal de Maduro.

Estos que ahora aparecen muertos, al igual que centenares o miles de los nuestros, a bordo de una precaria embarcación, desesperados se aventuraron a retar el mar intentando llegar a Trinidad.   Denunciamos la negligencia del régimen de Nicolás Maduro, que emulando al asesino régimen castro-comunista de Cuba, ha forzado la muerte de quienes arriesgan la vida en balsas inseguras apostando a la libertad.  Protestamos también ante el  primer ministro trinitense, Keith Rowley, quien ha sido incapaz de afrontar con humanidad este caso y apegarse a lo que establece la legislación de derechos humanos y de movilidad humana. Rowley considera “un asalto” la llegada de migrantes y refugiados a su país, y aún ante la muerte amenaza a estos buscadores de libertad con más deportaciones.

El pasado mes de noviembre protestamos el criminal acto del gobierno de Trinidad & Tobago que devolvió a Venezuela, en embarcación precaria, a 16 compatriotas, muchos de ellos menores de edad. Protestamos la violación de leyes y convenios reflejados en la inhumana acción del gobierno trinitario, acto que refutamos por su perversidad y solicitamos sanciones de los organismos internacionales competentes; exigimos a Trinidad & Tobago el cumplimiento de los Tratados y Acuerdos internacionales vigentes en materia de derechos humanos.

VenAmérica hace un urgente llamado a la OEA y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; a las Naciones Unidas, a la Alta Comisionada para los derechos humanos, al Alto Comisionado para los Refugiados, a Amnistía Internacional, a Human Right Whatch y a todas las organizaciones humanitarias del mundo para que intervengan, para que se condene a los responsables y se tomen medidas para impedir más muertes de venezolanos, que deben arriesgar sus vidas como balseros de la libertad.

En Miami, el catorce de diciembre de dos mil veinte.

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