¡Ay de ustedes… hipócritas!
Por Edgar J. Amado*
En época de Cuaresma el versículo S. Mateo 23:13-16 “!Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!”, es exactamente lo que está haciendo la dictadura venezolana cuando critica el envío de los miembros del Tren de Aragua para San Salvador, en un acuerdo firmado entre la administración Trump y el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Al régimen oprobioso se le olvidan entonces los 8 millones de desplazados por todas partes del mundo, a los que no se les hizo ningún tipo de juicio, pero fueron perseguidos, otros encarcelados y muchos huyendo de las deplorables condiciones infrahumanas en las que viven los venezolanos desde hace décadas. Para estos ciudadanos de bien, trabajadores, profesionales y estudiantes, no existe justicia por parte de la dictadura, ni son mencionados, ni mucho menos defendidos por el gobierno de facto que existe en Venezuela. ¡Hipócritas!
La administración Trump, ha deportado 238 venezolanos a El Salvador, acusados de diferentes violaciones a la ley y muchos de ellos como miembros del Tren de Aragua, banda criminal que ha sido relacionada con la dictadura venezolana, e incluso el señalamiento hecho por gobiernos como el de Chile, que acusó formalmente al actual ministro del Poder Popular de Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, por el asesinato del teniente Ronald Ojeda, perpetuado por la banda criminal del Tren de Aragua. La fiscal nacional de Chile afirmó en una entrevista a los medios nacionales e internacionales: “Sí tenía la convicción de que la muerte de Ojeda había sido ordenada por el gobierno de Venezuela y por Diosdado Cabello”. Afirmación que suma cientos de acusaciones en las diferentes instancias internacionales sobre lo que sucede en Venezuela. Recordemos el asesinato convertido en suicidio del concejal Fernando Albán, los cientos de presos políticos, militares, civiles y hasta menores de edad y los secuestrados por la dictadura en la Embajada de Argentina en Caracas, supuestamente protegidos por el gobierno de Brasil, que en realidad no ha hecho nada por las condiciones miserables a las que están sometidos los miembros del Comando Con Venezuela de la líder María Corina Machado.
Sin duda alguna, el dictador venezolano ha realizado una campaña mundial, enviando criminales con dos objetivos principales: primero, tratar de desestabilizar diferentes gobiernos del continente y segundo, crear una matriz de opinión en contra de la migración forzosa de los venezolanos de bien, como una manera cruel de vengarse y extender sus tenebrosos tentáculos en el exterior, y que nuestros conciudadanos sean tratados injustamente mal. Esta fue la misma receta que utilizó el dictador Fidel Castro, en contra de los cubanos que habían emigrado a Estados Unidos, en una oleada conocida como el “Éxodo del Mariel”. Por culpa de lo anterior, los cubanos de bien de aquella época fueron metidos todos en un mismo saco por la opinión pública en Estados Unidos y tuvieron que pasar varios años para que se entendiera que no todos los cubanos eran delincuentes.
Esperemos que en esta oportunidad y con el apoyo de representantes como María Elvira Salazar, Mario Díaz Balart, y el senador Rick Scott, todos republicanos, puedan reducir en mucho tiempo la matriz de opinión y así aclarar que la inmensa mayoría de los venezolanos que han llegado a Estados Unidos, son personas decentes, trabajadores, y estudiantes que contribuyen con la economía de los Estados Unidos. Por lo tanto, la administración Trump que siempre ha defendido la causa de la libertad de Venezuela, debe ser más consciente cuando haga referencia de los venezolanos que han llegado a Estados Unidos por la frontera. Sabemos que algunos son delincuentes, pero otros simplemente no tenían otra opción que salir de Venezuela a pie y atravesar todo el Darién, porque la situación económica del país, no les permite comprar un boleto de avión. Por lo tanto, la administración de Estados Unidos debe ofrecerles una especie de ley parecida a la famosa Ley de pies secos, pies mojados, establecida en 1995 para los cubanos.
Con relación a la permanencia y el trato justo de no discriminación, el 17 de marzo de 2025, el gobierno legítimo de Venezuela, encabezado por el presidente Edmundo González y la vicepresidenta María Corina Machado, en comunicado dado a conocer a los medios y al público en general, entre otros puntos, expresaron: “Solicitamos un régimen de protección a los migrantes venezolanos como un paso previo y provisional para su pronto retorno a una Venezuela libre. En su inmensa mayoría son ciudadanos de bien; gente honrada y trabajadora que huyó del régimen criminal de Maduro y que no puede regresar al país mientras este no sea desalojado del poder”. Toda la emigración forzada de Venezuela se resolverá cuando la dictadura sea desalojada del poder y por lo tanto todos los gobiernos democráticos deben aliarse para hacer frente a un gobierno de delincuentes que, como ya dijimos al principio, son hipócritas cuando le dicen al mundo que están defendiendo a los venezolanos que han sido deportados de Estados Unidos. En todo caso, desean defender solo a los verdaderos miembros de su equipo, enviados al exterior, los miembros del Tren de Aragua.
“El único vicio que no puede perdonarse es la hipocresía. El arrepentimiento del hipócrita es de por sí la hipocresía”, William Hazlitt.
*Coordinador Acción Juvenil de VENAMÉRICA y presidente JUVENEX