Educación, virus, crisis, sociedad del conocimiento
Las tecnologías deben asumirse como un elemento transformador del proceso educativo ante el avance insostenible de la sociedad del conocimiento
Por VENAMÉRICA, Jesús Alexis González
El COVID-19 ha dejado al descubierto una crisis sistémica de la educación, muy especialmente con relación a la conveniencia de transitar hacia un modelo de aprendizaje que reste importancia al espacio físico como centro único de comunicación; e igualmente a la armonía entre el aprendizaje presencial (presencia obligatoria del estudiante en un aula física) y el aprendizaje electrónico (a distancia, que utiliza las redes de datos como medios). En el aprendizaje electrónico se pueden conservar las características del aprendizaje presencial en cuanto a lo sincrónico (comunicación en tiempo real, utilizando distintas herramientas con videoconferencias, chat, mensajería, entre otros) y lo asincrónico (comunicación indirecta, desplazada en el tiempo y espacio a través de la web, email y más).
En tal sentido, la enseñanza híbrida es un método instruccional enfocado a un aprendizaje flexible que confiere al educando tanto la oportunidad de personalizar sus estudios, en interacción complementaria con las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) y transmisión digitalizada de la información; y de las tecnologías del aprendizaje y el conocimiento (TACs), que orientan las tecnologías hacia usos educativos
En fin, las tecnologías deben asumirse como un elemento transformador del proceso educativo ante el avance insostenible de la sociedad del conocimiento (concepto que surgió a finales de la década de los 60), que hace referencia a las interrelaciones sustentadas a través del acceso y procesamiento de información por intermedio de las TICs (especialmente Internet y la World Wide Web) hasta perfilar un aprendizaje permanente a lo largo de la vida, en pro del acceso y procesamiento de información para transformarla en conocimiento mediante el uso de las tecnologías, dentro de un proceso de enseñanza-aprendizaje donde el alumno integra distintos conocimientos y obtiene una instrucción significativa que le permite asociar la nueva información con la que ya posee.
En la sociedad del conocimiento, el hogar ha de incorporarse como medio de aprendizaje ampliando su papel fundamental hasta ocuparse de propiciar la adquisición de nuevos conocimientos; para ello existen estrategias didácticas (construcciones lógicas pensadas para orientar el aprendizaje y la enseñanza) y modelos pedagógicos (formas de organizar los fines educativos y de jerarquizar los contenidos). El uso de las TICs, tanto en la casa como en el aula escolar, implica un trabajo colaborativo a la luz de diferentes responsabilidades académicas, los involucra en el campo online, al tiempo de desarrollar importantes habilidades sociales y aptitudes tal como el pensamiento crítico, resolución de problemas, liderazgo, capacidad de adaptación ante variadas situaciones y mucho más.
Resulta pertinente mencionar como una realidad del modelo híbrido de enseñanza el Programa de Integración Económica y Social diseñado por VENAMÉRICA, orientado a reforzar en los migrantes venezolanos su talento, habilidades y destrezas en aras de mitigar sus dificultades de inserción, mediante un mejor desempeño laboral y cultural.
Vale afirmar que la educación no puede ir en sentido contrario a la sociedad del conocimiento. Se debe romper con la excusa que ya supera los 50 años, según la cual, el proceso educativo no se puede cambiar de un día para otro.
El autor es miembro del comité de Educación de VenAmérica
20 de julio de 2020 – diariolasamericas.com