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«No estamos pintados en la pared»

Por Paciano Padrón*

De los ocho millones de venezolanos en el exterior, aproximadamente cinco millones somos electores, ciudadanos con derecho a participar en la vida política del país, pero solo 107 mil están inscritos en el Registro Electoral.

En venezolano “estar pintado en la pared” significa ser ignorado, no tomado en cuenta, y resulta que hoy ocho millones de venezolanos estamos viviendo fuera de nuestro país, al ser perseguidos políticamente o movidos por razones de subsistencia, somos una realidad, no una ficción. El régimen dictatorial de Nicolás Maduro pretende ignorarnos e impedirnos ejercer nuestro derecho ciudadano a opinar sobre el destino de Venezuela, a votar en los referendos y a elegir a nuestros gobernantes.

De los ocho millones de venezolanos en el exterior, aproximadamente cinco millones somos electores, ciudadanos con derecho a participar en la vida política del país y a forjar su camino. De los cinco millones, solo 107 mil están inscritos en el Registro Electoral, apenas el 2%, cifra que está en disminución; en efecto, en el corte anterior se informó de 108 mil electores; la disminución se debe a la muerte de algunos de ellos, como es natural, y al no permitir la incorporación de nuevos electores, lo que constituye un crimen de lesa humanidad, una violación masiva de derecho humano.

Tenemos un Registro Electoral en el exterior que disminuye, mientras se incrementa exponencialmente el número de venezolanos fuera de nuestro país. Pedimos a los garantes del Acuerdo de Barbados que hagan su parte, les exigimos nos ayuden a hacer justicia, que el Registro Electoral se abra a todos los ciudadanos que deseen participar, de lo contrario, ¿puede hablarse de elección imparcial e inclusiva?; el llamado es para los Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Europea, Canadá y Noruega, así como para los organismos internacionales, la OEA y la ONU, entre otros.

El régimen de Maduro tiene un único objetivo, su permanencia en el poder, prolongar la agonía que pronto cumple 25 años; a este propósito no interesa que los venezolanos en el exterior votemos, ellos conocen que es unánime nuestro rechazo al régimen; es la misma razón por la cual hay en Venezuela más de tres millones de jóvenes, que en los últimos tiempos han cumplido 18 años y no se han podido incorporar al Registro Electoral; es obvio que la juventud rechaza la tiranía y la opresión.

En el Acuerdo de Barbados se establece la obligación del régimen de generar condiciones de transparencia para el ejercicio libre del derecho al sufragio, lo que es un derecho humano y constitucional. Pedimos a la comunidad Internacional focalizarlo.

Junto al derecho al sufragio, el venezolano -como cualquier ciudadano del mundo- tiene derecho a la identificación, a poseer cédula de identidad y pasaporte. Agilizar la obtención de nuestros instrumentos de identificación es prioritario para el cumplimiento del Acuerdo de Barbados, ya que el régimen expresamente mantiene estancada la identificación, para generar control político e impedir el ejercicio de los derechos ciudadanos. Aquí tenemos otro punto a ser focalizado por la comunidad internacional.

Los venezolanos en el exterior “no estamos pintados en la pared” y alzamos nuestra voz. Ya el pasado domingo 26 de noviembre manifestamos en Miami y otras ciudades de las Américas y Europa, reclamando el ejercicio de nuestro derecho al voto. Tenemos que apretar el paso e impedir que nos roben el ejercicio de nuestros derechos políticos. “No estamos pintados en la pared”.

*Presidente de VenAmérica

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