Una mirada a Venezuela nos ayuda en el camino a la libertad
Paciano Padrón*
Le hablamos a la comunidad internacional: acompáñenos, miren a Venezuela, requerimos de urgencia la presencia de las misiones técnicas de observadores electorales, para que cesen o, por lo menos, disminuyan los abusos y trampas del régimen contra la oposición.
Es conocido que para el próximo 28 de julio se ha convocado elección presidencial en Venezuela. La comunidad internacional ha sido reiterativa en exigir una salida electoral y pacífica, manifestando su deseo de colaborar. Llegó la hora de mirar a Venezuela, de poner los ojos sobre lo que allí está ocurriendo: un pueblo volcado a la calle por el cambio y un régimen cuyo único objetivo es el continuismo en el poder sea como sea, haciendo trampas y atropellando.
Le hablamos a la comunidad internacional: acompáñenos, miren a Venezuela, requerimos de urgencia la presencia de las misiones técnicas de observadores electorales, para que cesen o, por lo menos, disminuyan los abusos y trampas del régimen contra la oposición.
En los Acuerdos de Barbados se establece, en las “Garantías Electorales para todos los Actores”, la “invitación a misiones técnicas de observación electoral acordadas, incluidas la Unión Europea, el Panel de Expertos Electorales de la ONU, la Unión Africana, la Unión Interamericana de Organismos Electorales y el Centro Carter, a los fines de observar el proceso electoral presidencial…”.
VenAmérica, en reciente comunicado público, se preguntó ¿Dónde están las misiones técnicas de observación electoral del Acuerdo de Barbados? “La observación electoral no está supuesta únicamente para el día de las elecciones, el 28 de julio, ya que su misión no es solo ser testigos del hecho comicial, no, se trata del acompañamiento técnico y observación de todo el proceso electoral, a lo largo de los distintos pasos del cronograma del mismo”.
Ya han ocurrido violaciones y abusos importantes, sin la presencia de los observadores electorales, menciono solo dos: el primero, en la inscripción de los candidatos presidenciales, el régimen dictatorial violó el Acuerdo de Barbados, por el cual “Las Partes reconocen y respetan el derecho de cada actor político de seleccionar su candidato”; no son secretas las maniobras del CNE para impedir que la oposición determinase su candidato, ya que Maduro quería seleccionarlo por nosotros, no lo logró: si bien la candidata no es la lideresa María Corina, inscribimos a Edmundo González que, por decir lo menos, triplica en intención de votos al fracasado continuista Nicolás Maduro.
El segundo punto, ahora también ya en el pasado, es el Registro Electoral, al que aspirábamos ingresar 10 millones de venezolanos que no nos hemos inscrito o que no hemos podido reubicarnos adonde ahora nos encontramos; de los 10 millones, solo 600.000 se inscribieron por primera vez o se reubicaron, quedando afuera más de nueve millones de nosotros, en violación al Acuerdo de Barbados que establece “Jornadas especiales de inscripción y actualización en todo el territorio nacional, con presencia de testigos de los actores políticos”; nada de eso se hizo, fue una carrera de obstáculos para que los ciudadanos no se registraran.
En cuanto a los electores en la diáspora, de cinco millones que nos encontramos en el extranjero, apenas seis mil pudieron inscribirse o reubicarse.
Todo lo anterior indica que vamos a las elecciones con el registro amañado del régimen que no se actualizó; no obstante, la oposición democrática va a ganar con ese registro, si bien requerimos que la observación internacional impida más trampas y ventajismos.
VenAmérica ha reclamado a la comunidad internacional elevar su voz junto a la nuestra, para exigir que las misiones técnicas de observación electoral sean ya formalmente invitadas por el Consejo Nacional Electoral. Las esperamos ahora, impidamos más ventajismos y arbitrariedades, los cuales aumentan al mismo ritmo en que crecen en Maduro y su cogollo el miedo a perder.
*Expresidente de VenAmérica y director del Movimiento Ciudadano Venezolanos en el Mundo.