Vamos a cobrar rápido
Neuro Villalobos*
La democracia, lo hemos repetido insistentemente, es la expresión de la pluralidad, del disenso y el acuerdo, del respeto y la tolerancia, razones que obviamente no entienden Maduro y quienes como él se han engolosinado con las mieles del poder.
Todo estaba estremecido de libertad de espíritu y hasta las piedras eran como conciencias dormidas en un sopor sin sueño. Gottfried Leibniz.
Una gran tarea por delante, entre tantas, tenemos los venezolanos en lo inmediato: defender los resultados abrumadores que obtuvimos el 28 de julio próximo pasado, es decir, vamos a cobrar lo que por derecho nos corresponde al ganar las elecciones presidenciales con el Dr. Edmundo González Urrutia a la cabeza y que el régimen dictatorial nos quiere robar.
La Constitución Nacional vigente lograda por la insistencia y bajo la vigilancia de Hugo Chávez, hoy fallecido, y con la firma aprobatoria de Luis Miquilena, como Presidente de la Asamblea Nacional y los Vicepresidentes de entonces, Isaías Rodríguez y Aristóbulo Istúriz, también fallecido, lograron incorporar el artículo 350 que consagra el derecho a la rebelión al expresar que “El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contrarie los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos”.
El régimen dictatorial que nos oprime, depuesto electoralmente en la gloriosa fecha señalada, no solo ha violado permanentemente nuestra Constitución, sino que pretende robarse descaradamente nuestro triunfo inobjetable, reafirmando lo que ya expresara Fernando Savater: “El problema del canalla es que no sabe que la libertad no sirve ni gusta de ser servida, sino que busca contagiarse”. El pueblo venezolano se contagió de libertad y se ha rebelado pacíficamente, por ahora, expresión que también popularizó Chávez, hasta que se vea obligado a buscarla por la fuerza.
Los acontecimientos de represión, terror, infamia política y engaño que en forma sucesiva y sistemática vienen ocurriendo en el país mantienen en expectativa y en incertidumbre total al ciudadano venezolano. Solo la obsesiva ambición de poder de un régimen envilecido intenta imponer principios y valores contrarios a nuestra idiosincrasia, a nuestra cultura, sin prever las consecuencias que sus decisiones absurdas, supuestamente con fines políticos, provocan. Por esa manera de actuar la rebelión popular y violenta no tardará en sobrevenir debido a la insensatez y abusos de un régimen que hace caso omiso al rechazo mayoritario de la población venezolana y de la opinión mundial.
Es motivo de preocupación extrema el acelerado proceso de destrucción moral y material de la República y más alarmante aún la sordera y el desdén por los derechos del venezolano tanto por el presidente derrotado en buena lid como por los altos funcionarios en labores de gobierno, que anticipaban no solo un apagón eléctrico y en todos los servicios públicos sino también en la calidad de vida de toda la población, con excepción de los que disfrutan de manera mal habida del tesoro nacional.
Por múltiples y variadas razones tenemos que cobrar lo más rápido posible la victoria que logramos clara y abrumadoramente por sobre la imposición vergonzosa de una dictadura infernal, ya que como dijera Henry Hazlitt “El mayor peligro actual es que la impaciencia y la ignorancia se pueden combinar para destruir en una sola generación, el progreso que llevó incontables generaciones a la humanidad conseguir”.
La democracia, lo hemos repetido insistentemente, es la expresión de la pluralidad, del disenso y el acuerdo, del respeto y la tolerancia, razones que obviamente no entienden Maduro y quienes como él se han engolosinado con las mieles del poder. Hagamos buenas y nuestras las palabras de Benjamín Franklin “Solo un pueblo virtuoso es capaz de vivir en libertad. A medida que las naciones se hacen corruptas y viciosas, aumenta su necesidad de amos”. Nuestro triunfo fue innegable y a la vista del mundo entero, tenemos que cobrar y rápido para comenzar con la realización de las tareas más urgentes.
*Director de VenAmérica